domingo, 21 de marzo de 2010

Ojo, que no es un chiste.

Mi familia tiene un bar. Estaban unos cazadores tomándose algo, mi querida madre detrás de la barra.
-Pues eso, y también cacé un pato -miraron a mi madre, muchas veces cocinamos por encargo los bichos que cazan- ¿Podrías hacernos el pato?
La respuesta de mi madre se me ha grabado en la cabeza:
-Cua cua cua cua
A ver quien es capaz de decirle que no sabe hacer el pato, ¿como dudar del talento de mi madre para imitar animales de granja? (Más que nada, desde el cariño y el respeto que me provoca alguién que me ha criado y puede encollejearme, porque sabemos que está como una cabra)